miércoles, 20 de diciembre de 2017

Diagnosis de final de campaña


Nadie puede poner en duda que ha sido una campaña "sui géneris". Elecciones al amparo del artículo 155 de la Constitución, que las podría haber convocado perfectamente el ex President Puigdemont, éste inmovilizado por el miedo a ser acusado de "botifler" por algunos de sus "amigos" y "aliados", prefirió una vez más dejarse conducir por su tropa mas aguerrida y no ejercer de President. Es evidente que Puigdemont se encuentra mucho mas cómodo como columnista, "twittero" y tertuliano que ejerciendo como hombre de Estado.

Ha llegado el momento de ir cerrando esta "crónica de campaña" y de forma aplicada apuntar las últimas notas de un proceso electoral que tiene fase de caducidad el próximo jueves 21-D. Recojo en mis conclusiones finales elementos del último debate de los candidatos en la TV "publica" catalana.

 ERC el partido que lleva años preparándose para gobernar la Catalunya autonómica, puede que tenga que esperar unos años más, tendrá que convencer a su antaño aliado de nombres cambiantes, ex Convergencia, ex PDdCAT y hoy Partit del President para que le dejen gobernar, en el caso que obtuviera el mayor número de escaños dentro del bloque secesionista y además éste sumara la mayoría del Parlament. 

Desde el núcleo duro de fieles seguidores de Puigdemont  se ha lanzado una OPA "hostil" contra Esquerra Republicana, con todas las consecuencias y con el único objeto de ganar las elecciones y no dejarse sobrepasar por Ciudadanos y el PSC.Las declaraciones públicas del ex diputat Jordi Turull afirmando categóricamente que  "estas elecciones van de que el President Puigdemont entre en Palau o que lo haga el del 155", hacen prever en el bando secesionista un posible choque de legitimidades dentro de una República non-nata. El dúo Rull/Turull de cacofonía rimbombante, no ha entendido o no quiere entender que en estas elecciones se elige un nuevo Parlament  y que es éste el único legitimado para  elegir el 131 President de la Generalitat .

La CUP a lo suyo, apoyarán la República inexistente, no hay nada más alejado del análisis marxista que desconocer la realidad, su desconocimiento hace imposible su transformación. Los "cupaires" militan más bien en la "Congregación para la Doctrina de la Fe" que en el "análisis marxista de la realidad".  Intentarán mantener su presencia parlamentaria que tantos réditos mediáticos les ha dado, pero su radicalidad estéril es irrelevante si se instala en la marginalidad de los gestos.

Cs "dopada" por las encuestas que le dan sin duda excelentes resultados queda a la espera de la confirmación de los mismos. Un dato sin duda es cierto, la radicalidad excluyente del "procés" ha llevado a muchos votantes del cinturón industrial a elegir la opción Cs como la más beligerante para oponerse a la agresión que significa para la clase trabajadora el "procés" secesionista. Buscan pues respuestas identitarias alejadas de la agenda social. Los partidos de izquierda catalanes, tendrán que se, ¿el por qué de la afluencia de muchos de sus votantes a la orilla liberal-conservadora?
El PPC se tambalea, son los "padres" de la aplicación del 155 que ha permitido convocar el proceso electoral, pero el premio lo recibe Cs. Puede que los "populares" ahora entiendan que lo sintió el PSOE cuando acabó con el terrorismo de ETA y tuvo que aplicar  por imposición comunitaria el famoso 135 y  sin embargo el PP recogió los votos y el PSOE el castigo.

A la izquierda del mapa político catalán  un PSC con claros síntomas de recuperación, instalado en la centralidad catalanista progresista, liderado por el único político catalán capaz de gobernar generando  consensos y construyendo alianzas. Sugiero la lectura del artículo de Lluís  Bassets en el País del  pasado 5 de diciembre  (https://elpais.com/elpais/2017/11/29/opinion/1511984081_889242.html)

La "nueva" izquierda cada vez más "tacticista",muy condicionada por sus estrategias mediáticas cortoplacistas, cometieron el error estratégico de expulsar al PSC del Ayto de Barcelona y sobre todo descuidar a sus votantes más desfavorecidos. El electorado de la alcaldesa Colau no ha entendido su "sobreactuación" en relación a la aplicación del 155 (para la alcaldesa el día más triste de su vida) y la identificación de los imputados como presos políticos, lo que  para el electorado obrero mas concienciado esta afirmación resulta una frivolización del sufrimiento padecido por su lideres en la lucha contra el franquismo.

La izquierda debería preguntarse, si se cumplieran las encuestas, cual es la causa de que decenas de miles de trabajadores del AMB hayan depositado su confianza en un partido de corte liberal-conservador como es Cs. El PSC debería reflexionar sobre el escaso entusiasmo que provoca entre sus votantes su defensa del catalanismo y "els comuns" sobre su ambigüedad y sus propuestas soberanistas que siempre terminan acudiendo en ayuda del secesionismo cuando más lo necesita

Es condición necesaria pero no suficiente el entendimiento PSC-Comuns , en un "Pacto de Progreso", que rompa  la dialéctica patriótica , que obligue al PSC a situarse definitivamente y sin ninguna ambigüedad en el campo de la defensa de los intereses de la clase trabajadora, sin ningún coqueteo con políticas ultra liberales y que los Comuns abandonen definitivamente políticas de corte populista y posiciones soberanistas de soporte al secesionismo, para ello habrá que apostar por recuperar la "Catalunya de tots que no es sino la Catalunya de los trabajadores".



No hay comentarios:

Publicar un comentario